Transporte HazMat: Muchas preguntas sin respuesta sobre la toxicidad en Palestina Oriental
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Pocos incidentes con materiales peligrosos han conmocionado tanto a Estados Unidos como el descarrilamiento de East Palestine, en el que se vertieron y quemaron casi un millón de libras de cloruro de vinilo. A pesar de las palabras tranquilizadoras de las autoridades, un año después muchos residentes siguen pensando que sus casas están contaminadas.
En los días posteriores al descarrilamiento, los expertos en la escena tuvieron que decidir si el cloruro de vinilo del tren corría el riesgo de sufrir una reacción química explosiva. El director de materiales peligrosos de Norfolk Southern, Robert Wood, testificó en una audiencia celebrada en junio ante la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB). ante la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte que una quema controlada era el último recurso necesario, informa The Guardian.
En la misma audiencia, un representante de OxyVinyls, la empresa propietaria del cloruro de vinilo, declaró que su equipo había comunicado a Norfolk Southern en tres ocasiones distintas que no creían que se fuera a producir una explosión. Esta información nunca se comunicó a las autoridades presentes en el lugar de los hechos.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte está investigando el fallo de comunicación que siguió al descarrilamiento.
Al mismo tiempo, lo que queda es la pregunta: ¿Volverá a ocurrir un desastre de este tipo?Dado que el sector ferroviario estadounidense ha reducido su plantilla y ha alargado la longitud de los trenes -algo que, según el sector, ha aumentado la eficacia y los datos demuestran que ha incrementado los beneficios-, la probabilidad está ahí.
La noche en que un tren de Norfolk Southern que transportaba materiales peligrosos descarriló en East Palestine, Ohio, los socorristas tardaron casi una hora en averiguar qué sustancias químicas había a bordo, según ABC News.
La compañía ferroviaria dio al jefe de bomberos voluntarios 13 minutos para decidir si ventilar y quemar en el incidente o dejar que el gas permaneciera en los tanques sobrecalentados.