Un nuevo cañón de agua contra incendios produce hasta 81.000 litros/minuto

En la pequeña localidad sueca de Åmål se ha desarrollado y probado el cañón de agua más grande y supuestamente más potente para la extinción de incendios. Se afirma que el cañón es capaz de lanzar agua hasta 200 metros con un caudal superior a 22000 galones estadounidenses por minuto.

Por Bjorn Ulfsson / CTIF NEWS

Según FFS Firefighting Systems, se trata del mayor cañón de agua jamás construido y, según sus propias estimaciones, el más potente del mundo. Se ha probado recientemente en el antiguo puerto petrolero de Åmål, una ciudad de sólo 12.000 habitantes.

Dos grandes motores diésel V12 extraen el agua del lago y la envían al cañón, que supuestamente tiene una capacidad máxima de 4.800 m³/h.

Huelga decir que se trata de un sistema de monitorización que requiere grandes masas de agua para funcionar: Un sistema de extinción de este tamaño vaciaría el sistema de aguas de una ciudad de tamaño medio en muy poco tiempo.

Las pruebas, que se realizaron en otoño de 2017, sirven para garantizar a los diseñadores que el prototipo está correctamente montado, antes de que se demuestre en ferias del sector.

Lucha contra el fuego a kilómetros de la fuente de agua

Varios conjuntos de drones de vídeo revolotearon alrededor de la zona durante la prueba, capturando las imágenes que se convirtieron en la base del vídeo de demostración que se muestra arriba. (La foto de la izquierda es una captura de pantalla de ese vídeo)

FFS Firefighting Systems se especializa normalmente en sistemas marinos de extinción de incendios, normalmente montados en embarcaciones. Sin embargo, ahora también se centran en la extinción de incendios a gran escala en refinerías de petróleo, depósitos de petróleo y puertos, donde se necesitan grandes cantidades de agua durante los incendios, y también está disponible sin el riesgo de drenar el sistema de agua comunal.

La clave está en la movilidad y la rapidez: los sistemas deben ser lo bastante compactos para transportarlos rápidamente por tierra y, como los motores están integrados en las bombas, caben en un armazón de acero del tamaño de un contenedor de transporte.

Mangueras extremadamente largas

Con cierta estabilización de la presión por el camino, las bombas deberían tener capacidad para permitir a las cuadrillas llegar a incendios a una distancia de hasta 3 kilómetros / 1,7 millas de la fuente de agua.

Queda porver lo bien que funciona este cañón de agua en situaciones de la vida real, y en terrenos de fuego reales.

Incendios forestales: la lucha contra el fuego, muy necesitada de volumen

Teniendo en cuenta los recientes incendios forestales en Europa, California, Australia y Canadá, la necesidad de sistemas de gran capacidad ha sido un tema candente de debate, ya que la lucha aérea contra los incendios forestales es costosa y a menudo peligrosa. Tal vez en las comarcas lacustres, un cañón de esta capacidad podría adaptarse a la lucha contra los incendios forestales, dando a las cuadrillas la oportunidad de combatir los fuegos salvajes a una distancia más segura -y más fresca-.

Sin embargo, como ocurre con todos los nuevos inventos técnicos, aún no hemos visto su rendimiento en un incendio real. Tampoco se ha anunciado aún el coste del sistema. ¿Será lo bastante asequible como para que un servicio de bomberos se arriesgue?

También es probable que influyala preocupación por el medio ambiente. Con unos volúmenes de agua tan extremos, junto con una alta probabilidad de que aumenten los residuos debido a las dificultades inherentes a la puntería con este tipo de cañones, el impacto contaminante en las aguas subterráneas, ríos y lagos también será mayor, ya que el agua de extinción potencialmente contaminada acabará volviendo al lugar de donde vino.

Se pide a un bombero voluntario que se aparte de la extinción de un incendio en su propio edificio

Hace tan solo unos años, el 17 de enero de 2010, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Åmål tuvo que interrumpir sus labores de extinción de un incendio en Dalbo Boats, un almacén de yates situado a escasos metros, en el puerto de Åmål, cuando las autoridades locales expresaron su preocupación por el bienestar del lago Vänern.

Dado que el agua de extinción de cualquier incendio puede contener grandes cantidades de productos químicos y materias tóxicas particulares, la toxicidad de un incendio latente alimentado por cientos de toneladas de cascos de plástico de embarcaciones no es una fuente pequeña de contaminación, ni siquiera para una gran masa de agua como el lago Vänern.

Además, los plásticos tienden a arder durante mucho tiempo, incluso con espuma y agua. Así que, en lugar de extinguir el fuego y arriesgarse a que faltara oxígeno, el jefe de bomberos local , Tommy Kihlberg , decidió abrir el edificio con una excavadora para permitir una combustión lo más limpia posible, dejando que el edificio ardiera en una especie de incendio controlado.

El propietario de Dalbo Boats, Håkan Skogh, y uno de los bomberos voluntarios a tiempo parcial desplegados en el incendio, lloraba mientras veía arder el almacén, incapaz de hacer nada para salvar el negocio que había construido con sus propias manos.

Håkan Skogh acabó intentando demandar a la ciudad, alegando haber perdido 40 millones de euros debido a la decisión de detener los esfuerzos de extinción, llegando finalmente a un acuerdo por parte de las pérdidas suyas y de sus clientes.

Más tarde se determinó que el jefe local de bomberos había tomado la decisión correcta. Como es sabido por los químicos que un fuego latente crea más y más sustancias químicas altamente tóxicas, que acaban volviendo a los lagos y a las fuentes de agua subterránea con el chorro de agua de extinción, grandes cantidades de agua no eran la solución adecuada en este caso concreto.

Sin embargo, ¿qué tecnología utilizamos cuando lo que está en juego es el medio ambiente, pero la amenaza contra las vidas humanas es aún mayor?

La lucha contra incendios no ha evolucionado mucho en los últimos 100 años en lo que respecta al medio ambiente. Tal vez porque el impacto ambiental del agua de extinción no se ha comprendido plenamente hasta hace muy poco, los métodos y la tecnología para una lucha contra incendios limpia están muy atrasados.

La reciente preocupación por los CAFS y otros sistemas de espuma contra incendios también ha frenado el desarrollo de aditivos de extinción.

CTIF NEWS espera volver a tratar este tema en un futuro próximo, con información sobre nuevos inventos en este campo: una empresa sueca ha afirmado recientemente que ha producido un aditivo totalmente no tóxico, desarrollado especialmente para la lucha contra incendios forestales, con una cualidad "pegajosa" que hace que se necesite menos agua para extinguir un incendio forestal.

Texto de Bjorn Ulfsson / CTIF NEWS